El fraude de contratistas

Existen muchos tipos de contratistas, pero los consumidores usualmente tienen la idea de que los contratistas son individuos o empresas que se contratan para efectuar algún trabajo, típicamente en un hogar o en otra propiedad. Esto puede incluir los contratistas generales, electricistas, plomeros, carpinteros y otros oficios.  

Los contratistas firman acuerdos con los consumidores que describen cuándo y cómo proporcionarán el material y realizarán la mano de obra, establecen detalles financieros como estimación de costos y presupuesto, e incluyen una fecha de finalización prevista. Estos contratos protegen tanto a los consumidores como a los contratistas, al garantizar que ambas partes cumplan con su parte del trato–a los contratistas se les paga y los consumidores reciben el trabajo por el cual pagaron.  

Los contratistas generales tienen la responsabilidad legal de realizar el trabajo que acordaron realizar y pagar a los subcontratistas que contrataron. Los contratistas que participan en prácticas comerciales ilegales están cometiendo fraude de contratistas. En algunos casos, el fraude puede ser criminal.  

• Realizar trabajos sin licencia. 
• Publicar servicios o realizar cualquier otro esfuerzo para vender servicios distintos a los anunciados o negarse a ofrecer los servicios anunciados.  
• Falsificar el nivel, la calidad o el grado de los servicios o materiales. 
• Hacer declaraciones falsas o engañosas sobre el precio de bienes y servicios.  
• No pagar a los subcontratistas o no reservar dinero para los subcontratistas.  
• No revelar información importante sobre los materiales y servicios que el contratista conocía en el momento de la publicidad. 
• No realizar el trabajo después de recibir el pago o utilizar ese dinero para propósitos no relacionados con el proyecto.  

Según la Comisión Federal del Comercio, algunas de las señales más comunes que indican que un contratista puede estar buscando estafar a los consumidores incluyen: 

• Presentarse a un domicilio en busca de clientes, especialmente después de una tormenta de granizo u otra inclemencia del tiempo o un desastre natural. 
• Ofrecerse a proporcionar servicio gratuito o de bajo costo.  
• Uso de tácticas de alta presión. 
• Solicitar más del 10 % de los costros por adelantado.  
• Exigir el pago en efectivo, tarjetas de regalo o criptomonedas. 
• Negarse a obtener los permisos locales necesarios.  

También podría ser una señal de fraude si el contratista sugiere financiar los costos de tu proyecto a través de un prestamista que él te recomiende.  

Investiga. Contrata solo a contratistas con licencia, que estén asegurados y que tengan buena reputación. Verifica con tu ciudad o condado para asegurar que el contratista general cuente con una licencia para trabajar en tu zona. El estado regula las licencias para realizar trabajo de electricidad o plomería y los puedes buscar el sitio de las Agencias Reguladoras de Colorado. Obtén ofertas y estimaciones de al menos tres empresas antes de firmar cualquier acuerdo. Verifica con la Oficina de Buenas Prácticas Comerciales, conocida como Better Business Bureau en inglés, para ver si tienen quejas presentadas contra la empresa.  

Es importante que siempre leas detenidamente cualquier contrato antes de firmar cualquier cosa. Las leyes federales también otorgan a los consumidores ciertos derechos para cancelar algunas ventas u otros acuerdos que hayas realizado en tu hogar, lugar de trabajo o en un lugar comercial temporal como una habitación de hotel u otro lugar que no sea el lugar permanente de la empresa.  

Por último, confía en tus instintos. Ya sea que te prometan materiales baratos, trabajo gratuito o de bajo costo, plazos irrazonables para terminar el trabajo, si un contratista te ofrece algo que parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea.  

Si crees que un contratista te está defraudando, primero intenta arreglar las cosas con el contratista y documenta estos intentos. A veces estos problemas son malentendidos o se deben a una emergencia imprevista.  

Si no puedes resolver el problema y crees que posiblemente eres víctima de un fraude o una estafa, presenta una denuncia ante la Fiscalía General de Colorado y comunícate con el departamento de policía más cercano.