El fraude digital

El fraude digital sucede cuando los criminales utilizan el correo electrónico, sitios web, programas maliciosos y otros métodos para engañarte a que proporciones tus datos personales para robar tu identidad o tu dinero. El fraude digital puede involucrar cualquier tecnología que cuente con acceso al Internet, incluyendo computadoras portátiles, computadoras de escritorio, teléfonos móviles, tabletas y otros dispositivos.

Algunos de los tipos más comunes de fraude digital incluyen correos electrónicos no deseados, mensajes de texto o llamadas telefónicas, programas espías, ventas falsas en línea, phishing (uso de enlaces maliciosos para robar tus datos personales), robo de identidad y fraude bancario por Internet.

El fraude digital usualmente inicia con tácticas que están diseñadas para obtener acceso sin autorización a información personal o financiera. A menudo, implica engañar a las personas mediante correos electrónicos falsos, sitios web o en laces maliciosos, donde el objetivo es robar información o dinero.

Los estafadores pueden utilizar información robada para realizar transacciones no autorizadas, obtener acceso no autorizado a cuentas, o para crear identidades falsas. También pueden utilizar perfiles falsos en las plataformas de redes sociales para infundir confianza y manipular a las víctimas, y pueden hacerse pasar por agentes de soporte técnico o solicitar donaciones para causas falsas. El fraude digital normalmente se basa en explotar las emociones y confianza de las víctimas.

Presta atención a cualquier incoherencia en los enlaces de Internet y direcciones de correo electrónico. No confíes ni descargues programas no solicitados u otros archivos adjuntos y asegúrate de monitorear con frecuencia tus cuentas y verificar que no haya algún cambio inesperado en la actividad.

Aprende a detectar las tácticas de alta presión o solicitudes de información delicada, las cuales están diseñadas para eludir las medidas de seguridad. El reconocer estas señales te puede ayudar a reducir el riesgo de compartir accidentalmente tus datos personales con los estafadores.

Algunos estafadores son muy sofisticados y utilizan la última tecnología, incluyendo la inteligencia artificial, lo cual hace que las estafas sean aún más difíciles de detectar. Cada vez más a menudo se están recibiendo informes sobre estafadores que están utilizando la clonación de voz creada por la inteligencia artificial para poder llevar a cabo las estafas de impostores. Al combinarse con otras herramientas de inteligencia artificial como la clonación de caras, significa que tus ojos y oídos podrían estar engañándote. Siempre verifica la identidad de alguien, aunque parezca y suene como la persona que conoces.

Asegúrate que tu computadora, teléfono y otros dispositivos digitales cuenten con los programas de operación más recientes. Busca la dirección “https” o el candado pequeño en la parte superior izquierda de la barra de búsqueda en tu navegador y ten mucho cuidado al verificar que los sitios donde ingresas información privada o delicada estén verificados y sean confiables.

También es importante de dudar de cualquier comunicación no solicitada que recibas de tu banco u otra institución financiera. Una vez que obtengan tus datos personales, es común que los estafadores digitales te llamen, envíen mensajes de texto o correo electrónico y se hagan pasar por tu banco para que les proporciones tu información de cuenta o tu contraseña.

Si recibes una llamada de cualquier persona que afirme representar a tu banco, aunque el identificador de llamadas diga que la llamada es de tu banco, cuelga y verifica el número de teléfono en tu estado de cuenta o en el sitio web oficial. Nunca proporciones a nadie tu número de cuenta, tarjeta de crédito, seguro social, u otra información delicada por teléfono o al responder a un correo electrónico que te la solicite.

Mantén tu seguridad al no compartir tu información delicada con contactos desconocidos, y al actualizar tus contraseñas regularmente. Recuerda, tu seguridad digital está en tus manos.